viernes, 19 de septiembre de 2008

Desconocidos

Hola,

Hoy he decidido escribirte, hablarte…Y aunque no sabes quién soy y quizá no me hayas visto nunca, o no me recuerdes, nos conocemos, y se que algún día nos volveremos a encontrar. Tal vez entonces, leyendo mis cartas, no harán falta más preguntas.

¿Piensas que estoy loca? No creo… ¿Y por qué tu? Para eso no tengo explicación. Tal vez debieras explicármelo tú, llegado el momento. Y te preguntarás por qué te escribo, si ni si quiera me lees… bueno, yo confío en que algún día lo hagas… quizá mañana, nunca se sabe.

¿Sabes? Te he buscado muchas veces… aunque reconozco que otras he dudado incluso que existieras. Hasta soñé contigo en más de una ocasión… pero eso te lo contaré otro día. No quiero asustarte tan pronto.

Tengo hambre de chocolate… chocolate y caramelo. ¿Te gusta? Yo no soy muy golosa pero hoy me apetece. Me encanta notar como se funde el chocolate en la boca, el sabor del caramelo caliente… ¡qué rico! Quizá esta noche tome un helado. Ya se que aún no puede ser pero, me gustaría que te lo tomaras conmigo. ¿Qué te parecería dar un paseo mientras lo tomamos? Estaría genial que fuera en la playa, pero aquí no hay. ¿Te conformas con sólo campo? Prometo que el sendero es fácil y muy llano, está empedrado y va siguiendo el cauce de un arroyo que está prácticamente seco. Si, es una pena, pero lleva así años. Ojala lloviera mucho y se llenara, ¿verdad? El paseo sería mucho más verde… aunque a mi también me gusta así. Cuando llegas allí al final el sendero se abre y queda un llano entre dos montañas. ¿Nos sentamos? Desde aquí se ven muy bien las estrellas… y además, a pesar de estar cerca del pueblo parece que no lo estemos. No se oye nada, sólo el silencio de nuestros propios pasos. Sentémonos venga.

¿Conoces las estrellas? Yo no sé mucho de astronomía… bueno, a decir verdad no se nada. Recuerdo una noche hace ya un año, en un acantilado junto al mar. Alguien me contó la historia de la Osa Mayor y la Osa Menor, y me enseñó dónde estaba Venus y alguna otra estrella que ya no recuerdo. Me gusta que me cuenten historias que no conozco. Seguro que tú me contarás muchas.



Se hace tarde y refresca, ¿no tienes frío? No, seguro que tu no… yo sí, un poquito… pero es pronto para pedirte un abrazo que me dé calor. Mejor nos vamos, ¿si? Otro día seguimos charlando.

Un beso.

No hay comentarios:

 
Free counter and web stats