Sabes? A veces pienso que es imposible que vuelva a querer. Una vez quise, mucho, hasta estar a punto de perder la cabeza. Quise hasta dolerme, enfermizamente, hasta dejar de ser yo… Y cuando miro atrás y recuerdo aquello, pienso que es imposible volver a ese estado. Es más, no quiero volver a estar así… pienso que aquello no era amor… me convertí en una mente enferma que no veía más allá de lo que tenía delante, me aferré a una quimera que no era real y no quería soltarme. Y de pronto la quimera voló, se esfumó en el tiempo y el espacio… y la perdí, y me quedé sola, queriendo no estarlo. Me dolió tanto como me había dolido querer. ¿El querer duele? Si, supongo que si… Pero mientras me dolía la ausencia me dí cuenta que había sufrido más queriendo que en el adiós. ¿Y cómo era eso posible? ¿Cómo es posible que el amor duela más que la ausencia de él?

Todo es una espiral y yo estoy en el vórtice.
Un beso.
2 comentarios:
Lo importante de las quimeras no es que vuelen, sino que se queden y te devoren...
Triste...
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