Hola,
Perdóname por mi carta de ayer. No quise asustarte ni preocuparte… Estoy bien.
¿Es sólo que hay días en los que no soporto no tenerte, y me consume el saber que, tras mis cartas, no hay respuesta alguna. Yo sé que no es culpa tuya, que quizá aún no las hayas encontrado y no las estés leyendo… o que tal vez si lo hagas pero estés dormido y aún no sepas que son para ti. La culpa es mía, y de mi impaciencia, y de mi esperanza, y de mi imaginación.
Tienes imaginación? Yo mucha, demasiada. A veces me imagino como una niña y en realidad, a veces lo soy. Me imagino con el pelo largo, como entonces, cuando de verdad lo era, recogido en una trenza. Salto, corro, río, bailo… y vuelo. ¿Nunca has volado de la mano de un globo? Cierra los ojos… vuela conmigo.
Un beso.
viernes, 3 de octubre de 2008
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