domingo, 5 de octubre de 2008

Ajedrez

Hola,

¿Sabes una cosa? Me encanta jugar. A veces la vida no es más que eso, un simple – o no tan simple – juego. El mundo es un tablero y nosotros las manos del ajedrecista que mueve las fichas. ¿Pensaste que nosotros éramos fichas? Ya, yo también lo pensé alguna vez, pero no es así. De hecho, no me gusta sentirme ficha.

Somos las manos del ajedrecista y movemos alfiles, caballos y reyes para salvar nuestra reina y alcanzar la contraria, y esa ficha, la reina, no es otra cosa que nuestros sueños. Toda la táctica y estrategia de juego no tiene otro fin que no sea ese, alcanzar los sueños. Y dirás que en el ajedrez gana quien alcanza la reina del rival, ¿no? Como en el amor, como en el verdadero amor. Quien de veras ama ansía llegar a la reina de su rival, y hacerle jaque mate ganando la partida. ¿Por qué? ¿No crees que tenga lógica? Pues la tiene, al menos para mi. Si la reina de tus fichas son tus sueños, yo quiero alcanzarlos y hacerlos míos… y hacerlos realidad. Gano yo pero… ¿en realidad no ganamos los dos?

Me gusta jugar, y no me gusta perder. Pero siempre respeto las reglas, no me gustan ni las trampas, ni las ventajas. Y si soy derrotada lo acepto… pero siempre juego a ganar.

Así soy yo.

Un beso.

1 comentario:

Odiseo de Saturnalia dijo...

Hay que jugar siempre a ganar, pero, ¿has pensado en dejarte perder?

No contestes.

Un beso.

 
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