viernes, 10 de octubre de 2008

Escalera

Hola,

Llevo unos días sin escribirte, lo se, y lo siento. No pasó nada, es sólo que a veces necesitamos tiempo para nosotros mismos… lo que no quiere decir que no pensemos en los demás.

He pensado en ti, como cada mañana al despertarme, como en cada paso que doy. Pero estos días he necesitado tiempo para mí. ¿No te pasa que a veces te apetece estar solo? Pues eso me ha pasado. Y no es que esté mal, sino todo lo contrario. En los últimos días me han pasado cosas, cosas que ya te contaré, poquito a poco… y todas buenas. Y necesitaba pararme y disfrutarlas, saborear estos instantes en los que mi vida cambia y da un paso más. Quiero compartirlo contigo, por supuesto, cuando llegue el momento. Pero ahora necesitaba vivirlas sola, ser consciente de los pasos que doy al frente y ver que el suelo es firme, necesitaba pararme un instante y mirar atrás, para después mirar al frente y ver que, poquito a poco, he ido avanzando y me gusta a dónde he llegado.

¿Sabes? La vida a veces es como una escalera. Una con muchos tramos, hacia arriba, hacia abajo, hacia un lado o hacia otro. Miles de posibilidades y escalones que aparecen y desaparecen según vas avanzando. En mi camino hacia la azotea – porque es donde espero llegar, contigo – ha aparecido de pronto un nuevo escalón. Tan sólo es el comienzo de un tramo distinto, pero importante para llegar arriba. Y tengo la sensación de que, cuando llegue al final de este tramo, ya estarás conmigo y me acompañarás en el camino. Es como si a la vuelta de algún giro de escalera, como si en algún descansillo, fuera a encontrarte. Eso es lo que siento… y estoy ansiosa por subir un peldaño más, y otro, y otro… hasta llegar a ti.

Un beso.

1 comentario:

Alegría dijo...

...y tambien, a veces, subimos los escalones de dos en dos, o de tres en tres, y si nos paramos a pensar, no sabemos qué prisa nos mueve a correr de esa manera... Debe ser...el ritmo de la vida...el ritmo de nuestras emociones más recónditas...

 
Free counter and web stats